La primera vez que estuve viviendo en Londres no fue al acabar la carrera en 2008 sino unos años antes, creo que en 2003
cuando aún tenía vacaciones de 3 meses
y estuve haciendo una work experience en una boutique de ropa de caballero.
Mi jefe se llamaba Peter German (me recordaba a Papa Noel
, así todo grandote y bonachón él) y como teníamos la tienda en Bond Street (si no la conoces, es la de quemar la visa gold) reconvirtió su nombre y la store se llamaba ‘Pietro Germani’ (eso es visión y lo demás son tonterías). Mi primera clase de marketing se la debo a Peter. Pero hoy no os voy a contar esta estancia.
Muchos ya sabéis que antes de ser teacher estudié derecho
y al acabar me fui a Londres a estudiar un Máster en International Relations en King’s College London y perfeccionar mi inglés
La verdad es que inglés académico lo llevaba más o menos bien porque me lo había tenido que preparar para la prueba de acceso al máster
pero mi gran dificultad era el inglés del día a día así qué seguí los consejos de una amiga mía que fueron: no te juntes con españoles
y échate un novio inglés
.
Y eso hice
(pero hoy hablaremos solo de la primera parte).
Me acuerdo de que una de las primeras semanas allí, Lee, el novio de mi compañera de piso Lauren quiso prepararle un desayuno sorpresa por su cumple y estuvimos preparando unas cuantas bandejas de cookies

.
Sinceramente creo que aprendí bastante más inglés esa tarde y de una manera más entretenida qué en cualquier clase en la que hubiese podido estar hasta entonces.
Cuando no queda otra, pero sobre todo cuando queremos comunicarnos ya os digo que uno busca la manera de hacerlo porque al final las galletas salieron estupendas y a Lauren le encantaron.
¿Habéis tenido alguna experiencia parecida? Let me know in comments!